Serguei Mihailovich Eisenstein

1898-1948 (Riga, Letonia)

Serguei Mihailovich Eisenstein Nació en Riga (capital de Letonia) y cursó estudios en el Instituto de Ingeniería Civil de Petrogrado. En el año 1920 fue director de escena del Teatro Obrero y estudia en la escuela estatal para la dirección teatral. Realiza su primer largometraje, La huelga (1924), con el grupo del Teatro Obrero. Una famosa secuencia de esta película presenta alternativamente escenas de ganado sacrificado en el matadero con escenas de trabajadores fusilados por los soldados zaristas. Su siguiente película fue El acorazado Potemkin (1925), su obra maestra, fue encargada por el gobierno soviético para conmemorar los primeros intentos revolucionarios de 1905. La acción en las escalinatas figuran en todas las antologías de la historia del cine. En el año 1927 dirige Octubre (1928), basada en la obra de John Reed Diez días que estremecieron al mundo, posteriormente realiza La línea general (1929).

Durante la decada de los años 30 y con la idea de llevar acabo un proyecto especial, viaja a México y es recibido por la elite artistica mexicana con gran respeto. En 1932 comienza el rodaje de !Que viva México! pero su negativo es secuestrado en Estados Unidos por razones económicas, ya que los patrocinadores se negaron a seguir aportando dinero y tuvo que dejarla inacabada. Establecio buenas relaciones con Frida Kahlo, Diego Rivera, Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Manuel Álvarez Bravo, aparte de convertise en sujeto de admiracion por el movimiento surrealista internacional. Despues de ocho años de vivir en México regresa a la Unión Soviética forzado por el Partido Comunista y acusado por su homosexualidad, en 1939 filma El prado de Bezhin, interrumpida por la censura; Alexander Nevski en 1938, con música de Serguéi Prokófiev es su primera obra sonora y es con ella con la gana el premio Stalin e Iván el terrible en 1942, también recibe dicho premio. La conjura de los boyardos, segunda parte de Iván el terrible (1943) estuvo prohibida hasta la muerte de Stalin en 1953. Falleció el 11 de febrero de 1948 en Moscú.

Las películas

La huelga (Stáchka, 1924).

Primer largometraje. Eisenstein inicia una prolongada colaboración con Grigori Alexandrov (coguionista, más tarde codirector) y Edward Tissé (director de fotografia). Primera y única de una malograda serie sobre los conflictos obreros prerrevolucionarios, La huelga es un campo de batalla entre los vicios del primerizo y los rasgos del gran director que despuntan en fogonazos aislados. Los burgueses y la milicada son demasiado obesos y repelentes: Eisenstein manipula con una tosquedad semejante a la utilizada diez años antes por Griffith contra los negros (The Klansman, esa apologia del Ku Klux Klan que todos conocen como El nacimiento de una nación). Muchísimas tomas, montaje vertiginoso (algunas veces funciona bien), profusión de carteles explicativos (mal traducidos, contribuyen a la confusión general). Notable secuencia alterna entre las vacas en el matadero y los obreros masacrados por la milicia. Algo para recordar: la escena de los bomberos; pánico, corridas y manguereadas en insuperable mise en scene. Largo, muy largo, el film resulta obsoleto en la actualidad (!puede darse por satisfecho con esta resena!).

Potemkin

El acorazado Potemkin (Bronenosets Potemkin, 1925).

Sobre la rebelión marinera en el buque homónimo. Supera el infantilismo de La huelga y afirma un montaje altemo más pulido y de gran impacto visual (se cocina un guiso/se cocina la rebelión). Refinamiento del montaje conceptual (mascarón de proa/fusiles/ salvavidas/trompetas fusionan "pasado" y "opresión"). Afirmación del genuino cine militante, ajeno al panfleto vil: la muchedumbre no es masa informe, sino singularidad potenciada (combina constantemente planos generales y primeros planos, mostrando las caras de la multitud). Feliz implementación de su propia teoría del montaje por choque de atracciones (líneas compositivas opuestas entre las tomas para acelerar la emoción), especialmente en la famosa secuencia de las escalinatas de Odessa. Impecables crescendos (de la pena por la muerte del camarada al odio activo contra el opresor) y unos cuantos fundidos bien resueltos en cámara (herencia del gran Mélies). Regístrese: notablemente bellos los héroes varones, feúchas las damas y un erotismo no demasiado subliminal: un enjambre de manos marineras frotando apasionadamente el canón de cubierta (Sergei, ?era cierto lo que se decía de ti?). Potemkin se banca los años transcurridos y unos cuantos más. Si no la vio alquílela, que no se hunde.

Octubre (Octjabr, 1927, codirigida con G. Alexandrov).

Realizada para festejar la primera década de la revolución. La productora Mosfilm proclama sin sonrojarse la "fidelidad a los hechos" de un film del que fueron cortadas todas las secuencias referidas a Trotsky, Zinoviev y Kamenev (primer guadanazo stalinista, primera concesión del realizador). El prestigio ganado por Potemkin se traduce en auras de superproducción: el mayor dramatismo lo aportan la fotografía y una pomposa puesta en escenarios reales, hoy de innegable valor testimonial. El montaje es fluido, pero se extranan los toques magistrales de Potemkin. Regresión a las asociaciones ingenuas (menchevique arengando/arpa que suena, etc.), pero un tratamiento más adecuado del bando burgués: la ironía humorística desplaza al maniqueísmo. Hay una puerta que se abre dos veces (en el plano y el contraplano): aquí parece haberse inspirado Godard cuando hizo lo propio en Alphaville. Entre Octubre y Nevski, amén de los zarandeos stalinistas, Eisenstein hubo de soportar la insondable histeria de la Paramount, que llevó a via muerta al menos media docena de sus proyectos. Llegado a Hollywood en junio del 30, se hartó de la productora seis meses después y zarpó rumbo a tierra azteca junta con Tissé y Alexandrov. La prolongación de su estada en México le acarreó conflictos con el último, ya convertido en alcahuete del régimen. En adelante, Alexandrov se dedicó a las comedietas insulsas, hasta convertirse en el realizador favorito de Stalin.

Alejandro Nevski (Aleksandr Neushij, 1938).

Es el primer encargo directo de Stalin. La fluidez del montaje, definitivamente cristalizada en Octubre, se malogra por el adocenamiento. Satura el esquema plano/contraplano y, sobre todo, una tara inexplicable que se reitera como si fuera un tic: infinitas transiciones entre plano corto y medio sobre un mismo personaje y sin variar la angulación (en la jerga se las conoce como "saltos tímidos", ya que provocan una fastidiosa sensación de ruptura o salto en la proyección, al cortar entre dos planos prácticamente idénticos). La puesta acusa un vicio más importante: la masa del pueblo aquí sí es informe (estamos en el siglo XIII) y sólo destacan los rostros cuando algún figurante da un paso al frente -muy en estilo teatral- para despacharse con algún cuchicheo explicativo que demora los tiempos y recarga la acción. Primitivismo cursi (sobreactuaciones, batallas coreografiadas), ya superado por Octubre y Potemkin. Nevski-Stalin, victorioso, regresa a casa con todos los oropeles; vivado por las mujeres y ninos, dispensa un trato magnánime a los prisioneros. Leves retoques hubieran hecho de la primera producción sonora de Eisenstein una comedia musical en regla.

!Que viva México!

Iván el Terrible I (Ivan Groznij, 1944).

Es una transición entre el cine fallido de Nevski y la formidable obra que sobrevendrá. Persisten la afectación actoral y los "saltos tímidos": es notable como este recurso fallido torna previsible la narracion técnica (planificación), restando atención a la argumental. Nikolai Cherkasov despega del resto y comienza a brillar. Su Iván es mucho mejor que el zar anterior (también lo encarnó): semblante inmutable, mirada de hielo, sostiene sus parlamentos con impostación grave de locutor. El trabajo sobre su cuerpo (contaba Eisenstein que le llevó semanas lograr esa curvatura del espinazo que luce invariablemente) contribuye a una estilización convincente, especie de show aparte que va envolviendo al espectador. La sangre enemiga no es derramada por nuestro zar: semejante blancura honra las expectativas stalinistas, pero convierte a éste, film de caballería, en una suerte de saladito sin sal. Un Iván cada vez mas desaforado y unos conspiradores boyardos en el límite de la caricatura auguran la próxima obra. Desliz memorable del asistente de dirección: sobretodos negros contemporáneos en un par de extras que "llenan" pantalla en la escena final (?acaso una referencia surrealista, deliberada hacia los soplones del régimen, controlando desde tan cerca la situación?).

!Que viva México!

Iván el Terrible II / La conjura de los boyardos (Ivan Groznij, 1945).

Obra esencial. El paralelo histórico ya no se limita a exaltar una figura autocrática, sino que extrema los puntos de contacto con el Stalin real. Los boyardos acusan a Ivan de servir a Occidente y complotan su derrocamiento para descentralizar el poder. El líder comienza por desconfiar de su entorno, para acabar sumido en una paranoia profunda e incontrolable. Eisenstein se emancipa por fin en pantalla de los vicios realistas contra los que abominó teóricamente desde sus primeros escritos, pero que hirieron de muerte a su par fílmico inmediatamente anterior. Desecha la ambientación exterior, y se dedica a montar dentro del palacio un espectáculo maravilloso. Cherkasov, insuperable de punta a punta, actúa en trance, flotando. Ni siquiera necesita moverse para transmitir una gigantesca procesión interior. Es un guerrero cuando habla de amor, y el más encendido de los amantes cuando anticipa el periplo de las batallas. Por fin reculan los "saltos timidos"; en su lugar, rigor pictórico para los encuadres. Los travellings, lentos y fluidísimos, dinamizan los diálogos y espantan todas las reminiscencias teatrales. El plato más delicioso es la gran festichola previa al desenlace. Eisenstein la pasea magistralmente entre el conflicto puramente dramático y la coreografía danzante, asistido por una decoración recargada y una contrastada fotografia que bien merecen el mote de expresionistas. El protagonista, junto a un casting que no desentona, dan vida al espectáculo Eisenstein, mezcla de diálogos, música, baile y una abundante gesticulación químicamente encolumnados tras la consecución del objetivo central: atravesar con el tema todos los poros del público. Infortunadamente, se perdieron en el camino unas pocas tomas que habían sido coloreadas en el original: una sinfonía de tonos negros, dorados y blancos que ya no veremos. Pero aquí podrá verse un formidable contrapunto entre los opríchniki (guardias reales) que se abalanzan con sus capas negras sobre el cuerpo sin vida del falso monarca, cerrando de a poco el pequeño, estentóreo fulgor del atuendo zarino. Iván zafa de la conspiración organizando la suya propia: la paranoia lo trueca de inopinada victima en asesino brutal. La audacia de las analogías políticas se conjuga con un vuelo expresivo tan ajeno a los rictus hollywoodianos como a la mezquina aridez del "realismo socialista". En territorio soviético, el estreno de esta obra maestra se produjo quince años después de la muerte de Eisenstein.

Filmografía

Ivan Grozni II (Iván el Terrible, Parte II) (1948-1958) .... director y guionista y editor (producción soviética)
Ivan Grozni I (Iván el Terrible, Parte I) (1943-1945) .... director, guionista y editor (producción soviética)
Aleksandr Nevsky (Alexander Nevsky) (1938) .... director, guionista y editor (producción soviética)
Bezhin lud (La pradera de Bezhin) (1935-1937) .... director, guionista y editor (producción soviética)
!Que viva México! (Da zdravstvuyet Meksika!) (1930-1932) .... director, guionista y editor (producción soviético- estadounidense-mexicana inconclusa)
Staroie i novoie (La línea general) (1929) .... director y guionista (producción soviética silente)
Oktiabr (Octubre) (1927) .... director y guionista (producción soviética silente)
Bronenosets Potiomkin (El acorazado Potemkin) (1925) .... director, guionista y editor (producción soviética silente)
Stachka (La huelga) (1924) .... director y guionista (producción soviética silente)
Nikodnevik glumova (El diario de Glumov) (1923) .... director (producción soviética silente)