Alfonso XIII

1886 - 1941 (España)

Alfonso XIII

Hijo póstumo de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena, fue proclamado rey el mismo día de su nacimiento, el 17 de mayo de 1886. Reinó bajo la regencia de su madre hasta 1902. Perteneciente a la generación posterior al desastre de 1898, que deseaba regenerar a España. Se enfrentó a problemas derivados de la etapa anterior y también a otros como el problema social, radicalismo de las organizaciones obreras, guerras de Marruecos, la quiebra del turnismo político, el surgimiento de los nacionalismos catalán y vasco, y otros. Intervino personalmente en política, lo cual le era permitido por la Constitución de 1876. En el inicio de su reinado, varios políticos se disputaron el liderazgo dentro de cada formación política.

Tuvo principalmente dos valedores: Antonio Maura dentro los conservadores y José Canalejas por los liberales. La neutralidad de España en la I Guerra Mundial abrió mercados y favoreció el crecimiento económico, pero también la agitación social. La crisis de 1917, en que se unieron el sindicalismo militar, las huelgas revolucionarias y el nacionalismo catalán, aumentó la descomposición del régimen político. Un gobierno nacional formado por miembros de los dos principales partidos (1918) fracasó también. El rey aceptó el golpe militar de Miguel Primo de Rivera (1923) como la solución de fuerza adoptada ante la crisis. La dictadura fue bien acogida por muchos sectores sociales en los primeros años: acabó con la guerra de Marruecos desarrollando una labor de orden social y de incremento de las obras públicas. Alfonso XIII intentó restaurar el orden constitucional tras el fracaso de Primo de Rivera en 1930, pero los partidos tradicionales estaban resentidos.

Republicanos, socialistas y regionalistas de izquierda (luchaban unidos contra la monarquía. Las elecciones municipales del 13 de abril de 1931 dieron el triunfo a socialistas y republicanos. El rey, para evitar una lucha civil abandonó el país, pronunciando sus palabras más célebres: "espero que no habré de volver, pues ello sólo significaría que el pueblo español no es próspero ni feliz". El 14 de abril de 1931 se proclamaba la II República. Vivió en el exilio aún diez años. De su matrimonio con Victoria Eugenia de Battenberg, con quien se había casado en 1906, tuvo seis hijos. Alfonso, muerto en 1938; Jaime, sordomudo que renunció a la sucesión; Beatriz; Cristina; Juan, al que nombró sucesor de los derechos dinásticos, y Gonzalo, muerto en 1934. Durante la Guerra Civil (1936-1939) se inclinó por el bando sublevado. Residió en Roma, donde murió y fue enterrado en 1941. Sus restos fueron trasladados en 1980 al Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial (Madrid).